La oficina de atención de OSPRERA en General Pico, que funcionó durante más de 25 años brindando asistencia médica y social a trabajadores rurales y sus familias, fue cerrada en los últimos días por decisión del interventor nacional del organismo, Marcelo Petroni. La medida se enmarca en el cierre masivo de más de 700 bocas de expendio en todo el país.
Estas oficinas, gestionadas en conjunto por la UATRE y OSPRERA, cumplían un rol clave en la ruralidad, facilitando el acceso a prestaciones médicas, asesoramiento y acompañamiento personalizado en zonas donde la virtualidad es muchas veces inaccesible.
Desde el gremio advirtieron que la decisión se tomó de forma unilateral y sin considerar la realidad de los afiliados del interior profundo. En reemplazo, la intervención propone el uso exclusivo de plataformas digitales, desconociendo las dificultades tecnológicas y geográficas que enfrenta la población rural.
La sede de calle 23 N°838 no solo atendía a vecinos de General Pico, sino también a trabajadores rurales de localidades del norte pampeano. Su cierre deja un vacío en el acompañamiento directo que brindaba a decenas de familias que hoy se ven sin acceso real a los servicios de salud.
Pese a la preocupación creciente y las complicaciones que ya se evidencian, el Gobierno Nacional resolvió extender por otros 180 días la intervención de OSPRERA, profundizando así el malestar entre los trabajadores del sector agropecuario.