El secretario de Turismo de La Pampa, Saúl Echeveste, lanzó una dura advertencia sobre el impacto que las políticas económicas del gobierno nacional están generando en la actividad turística. “El récord de viajes al exterior no es una postal de prosperidad, sino una señal de alarma para las economías locales”, expresó. Además, aseguró que el fenómeno ya provoca efectos devastadores en provincias como La Pampa, que dependen del “turismo de paso” para sostener su economía.
Echeveste –quien también ocupa la secretaría de Turismo del Partido Justicialista a nivel nacional– afirmó que la política de tipo de cambio barato, promovida por el oficialismo libertario, está incentivando una fuga masiva de turistas argentinos al exterior, al mismo tiempo que se desploman las llegadas de visitantes extranjeros.
“Un modelo que drena divisas y destruye empleo”
Según cifras del INDEC citadas por el funcionario, en abril de 2025 salieron del país casi 1,4 millones de argentinos, un aumento interanual del 30,5 %. “Más de 880 mil fueron turistas. Son números que no reflejan un repunte económico, sino un vaciamiento brutal del turismo local”, indicó.
Mientras tanto, la llegada de extranjeros cayó un 8,3 % en el mismo mes. “Es una condena directa a miles de empleos, a hoteles vacíos, a restaurantes sin comensales y a economías regionales golpeadas”, advirtió Echeveste.
La Pampa, doblemente perjudicada
En cuanto a la situación provincial, el secretario pampeano sostuvo que el colapso del turismo no es un fenómeno aislado. “La Pampa está viendo cómo se pierde no sólo el turista que elige nuestros destinos, sino también ese tránsito federal que históricamente impulsó nuestros pueblos. Las rutas nacionales en ruinas agravan todavía más la crisis”, lamentó.
Criticó duramente la falta de inversión en infraestructura vial, y afirmó que “las rutas están convertidas en trampas mortales”. Esto desalienta a quienes antes hacían paradas estratégicas en ciudades pampeanas, generando consumo y empleo.
“Impactos devastadores” en la economía
Echeveste enumeró una serie de consecuencias que ya se sienten en todo el país:
Pérdida de empleo: miles de puestos laborales están en riesgo en hotelería, gastronomía, transporte y agencias de viaje.
Caída del consumo y producción interna: al reducirse la demanda turística, también cae la venta de productos regionales, alimentos y servicios.
Fuga de divisas: el turismo emisivo representa una sangría constante de dólares en un contexto de reservas críticas.
Menor recaudación fiscal: al bajar la actividad, también se resienten los ingresos del Estado.
Desincentivo a la inversión: la incertidumbre y baja rentabilidad frenan nuevos proyectos turísticos.
Pedido a Nación y llamado a la sociedad
“El gobierno debe revisar de forma urgente estas políticas. No se trata solo de frenar la inflación, sino de preservar sectores estratégicos que dan trabajo y sostienen pueblos enteros”, reclamó el funcionario.
Finalmente, Echeveste hizo un llamado a la ciudadanía: “Tenemos que exigir un cambio de rumbo. Si no se actúa ahora, el daño para el turismo argentino y la economía local puede ser irreversible”.